(Spanish Translation) Devuelvan la Tierra: Un llamado de una mujer judía para el Final del Estado de Israel.
Mi nombre es Amanda. Soy una persona judía y creo que Israel es una entidad moralmente ilegítima que debería ser desmantelada por completo.

This article was originally published in English in The Connections on April 23, 2024
Este artículo se publicó originalmente en inglés en The Connections el 23 de abril de 2024
Traducido por YucatanconPalestina y José Barrera
La colonia de Israel esta predicha en la eliminación de la vida palestina y en su libertad, por tanto, no puede continuar existiendo.
En orden para crear el estado de Israel en 1948, las milicias británicas sionistas asesinaron a 15,000 palestinos, expulsando a 750,000 personas y destruyendo a 530 villas, para las y los palestinos, esto es conocido como La Nakba - La catástrofe y para el estado de Israel - Su día de independencia.
Pero muchos palestinos refieren que desde los pasados 76 años hasta nuestros días continúa la Nakba. en el cual Israel no ha hecho más que apretar el lazo de la ocupación militar, ampliando su violencia estructural y su robo de tierras
La escalofriante depravación de los políticos, civiles y soldados israelíes no es nada nuevo: los palestinos han documentado el uso por parte del régimen de la tortura, las violaciones, los secuestros de niños, los arrestos y detenciones arbitrarias, la destrucción del sistema médico, los saqueos, las ejecuciones de niños, los ataques con fósforo blanco, los ataques forzosos, hambre, vigilancia, francotiradores y asesinatos selectivos desde el inicio del proyecto sionista.
Pero ahora Occidente está más sintonizado que nunca e Israel ha expuesto irrevocablemente su barbarie.
No estamos asistiendo a una aberración del proyecto sionista, sino al sionismo en su forma más pura. La humanidad exige el fin de este baño de sangre; la justicia exige una devolución completa de la tierra a la soberanía palestina.
Los judíos de conciencia entienden que el proyecto sionista convierte al judaísmo en un arma y lo bastardiza en beneficio del imperialismo occidental, sin servir a nadie más que a la élite. El sionismo e Israel no pueden reformarse; deben terminar por completo.
Aquí te dejo algunas razones: …
Israel es una violenta e insaciable colonia. No es un “derecho de nacimiento judío”
Desde Palestina hasta la Isla Turttle (Refiriéndose a América del Norte y Central) los colonos buscan construir un país “moderno y civilizado” ... Sobre los huesos triturados de los habitantes nativos.
Las colonias tienen sus raíces en la supremacía blanca y están salpicadas de sadismo y deshumanización, dado que los colonos deben matar y expulsar continuamente para permanecer en tierras robadas.
Los regímenes coloniales diezman el ecosistema terrestre, saqueando recursos y desposeyendo a las comunidades que han cuidado la tierra durante generaciones. Intentan borrar a los pueblos nativos y sus historias (en el caso de Israel: “Una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra” e “Hicimos florecer el desierto”) y al mismo tiempo los vuelven villanos, como terroristas salvajes por resistirse a sus propios intereses.
A pesar del actual intento de los sionistas de calificar al sionismo como un proyecto de “indigenidad judía”, los fundadores del movimiento sionista declararon claramente que su proyecto en Palestina era colonial, no religioso.
Esto se ejemplifica en cómo los sionistas buscaron diferentes lugares para su proyecto, incluyendo Argentina y la actual Kenia a través del “Plan Uganda”. Theodor Herzl, periodista, abogado, activista político y padre del sionismo político moderno, judío austrohúngaro, analizó este ímpetu colonial, al igual que Ze’ev Jabotinsky, un líder sionista que escribió en 1923:
“Todos los pueblos indígenas resistirán a los colonos extranjeros mientras vean alguna esperanza de librarse del peligro de los asentamientos extranjeros. Eso es lo que están haciendo los árabes en Palestina, y lo que seguirán haciendo mientras haya una única chispa de esperanza de que podrán impedir la transformación de “Palestina” en la “Tierra de Israel”. La colonización sionista, incluso la más restringida, debe terminar o llevarse a cabo desafiando la voluntad de la población nativa.”
Es posible que oleadas de judíos sionistas hayan abandonado sus países de origen en Europa como refugiados, pero cuando llegaron a Palestina, lo hicieron como colonos y colonizadores.
Algunas familias palestinas dieron la bienvenida a refugiados judíos europeos en sus hogares después del Holocausto, y las familias palestinas recuerdan cómo esos mismos “refugiados” les robaron sus hogares. Así como los judíos no querían ser expulsados de sus hogares en Europa debido a los pogromos y el genocidio, los palestinos tampoco quieren ser expulsados de los suyos.
Los palestinos no deberían verse obligados a pagar el precio del antisemitismo y el desplazamiento europeos: la continua resistencia de los palestinos a la invasión de los colonos es decolonial, no antisemita.
Los judíos de fuera de Palestina que se asientan en esa tierra alegando “indigenidad” están completamente equivocados. Como señala acertadamente Abdaljawad Omar, escritor palestino y profesor de la Universidad Birzeit en Cisjordania:
“Toda la historia de Palestina es nuestra historia. Cuando la gente menciona que los judíos estaban aquí, sí, los judíos estaban aquí. Y nosotros somos sus descendientes. Somos los descendientes de los cristianos que estuvieron aquí y los judíos que estuvieron aquí... La historia judía que está aquí es nuestra historia. Es parte de nuestra sangre, es parte de nuestra constitución, es parte de nuestra cultura, es parte de nuestro dialecto... Somos los herederos de eso. No es nadie que venga de Europa. Incluso si tienes una conexión religiosa con la tierra no significa que la tierra sea de ninguna manera tuya.”
Los sionistas diezman el ecosistema natural de Palestina, arrancan árboles, vierten cemento en los pozos, bombardean la tierra, matan animales y arrasan antiguos monumentos históricos y culturales.
¿Es así como los indígenas tratan la tierra y a sus habitantes? No. Así funciona la colonización, no la indigenidad.
Y la colonización es una bestia insaciable, que siempre busca más muerte, destrucción y depravación mientras le permitamos existir. La naturaleza colonial de Israel, su continuo expansionismo y décadas de brutalidad continua invalidan el proyecto sionista en su totalidad: todas las colonias deben devolver la tierra a la soberanía indígena.
Israel es una base militar estadounidense y de Occidente.
Israel existe no como un refugio benévolo para el pueblo judío, sino como un puesto militar estratégico para el imperialismo occidental.
El proyecto sionista en Palestina nunca podría haber llegado a buen término sin el respaldo político, el entrenamiento militar y el armamento de Gran Bretaña a los sionistas. Las potencias coloniales occidentales –y Estados Unidos en particular– brindan apoyo financiero y político inquebrantable a Israel, un puesto de avanzada del que extraen recursos, extienden la hegemonía económica occidental y desestabilizan políticamente la región.
Israel proporciona a Occidente una serie de beneficios imperiales, incluido el acceso a reservas de petróleo y gas, un campo de pruebas para construir y experimentar nuevas armas y tecnología de vigilancia sobre los palestinos, y un poder para blanquear la intervención militar extranjera.
Como señaló James Baldwin en 1970:
““Para mí era obvio por qué el mundo occidental creó el Estado de Israel, que en realidad no es un Estado judío. Occidente necesitaba un control en Oriente Medio. Y crearon el Estado como un peón europeo. . . No soy antisemita en absoluto, pero sí antisionista. No creo que tengan derecho, después de 3.000 años, a reclamar la tierra con bombas y armas occidentales siguiendo un mandato bíblico”.
Las potencias occidentales se benefician fundamentalmente de un Oriente Medio desestabilizado que depende económicamente de Occidente, y los países desestabilizadores son la especialidad de EE.UU.
Se estima que el 68% del armamento importado que Israel despliega para matar palestinos se fabrica en EE.UU. y NPR informó recientemente que hay “unos 23.000 [ciudadanos estadounidenses] armados”, que actualmente sirven en el ejército israelí”.
Esto es tanto el genocidio de Estados Unidos contra Palestina como el de Israel: las dos entidades se mueven como una sola e Israel opera como perro de ataque o Estado amaestrado de EE.UU.
Ambos países se fundaron sobre el violento colonialismo de colonos europeos y están profundamente comprometidos con sus “valores occidentales compartidos” de matar a personas negras y morenas para obtener ganancias financieras y políticas.
Israel no puede mantener su ocupación de Palestina sin el respaldo de Estados Unidos, y si bien Oriente Medio está plagado de bases militares estadounidenses invasoras, Israel es su joya de la corona.
Como afirmó Joe Biden en 1986 y nuevamente en 2023:
“Si Israel no existiera, tendríamos que inventar uno”.
Israel es un proyecto antisemita
Como etnoestado judío, Israel necesita un flujo constante de colonos para mantener su dominio demográfico sobre las y los palestinos, por lo que depende del antisemitismo global y lo cultiva. Los sionistas histórica y actualmente se asocian con fuerzas occidentales antisemitas porque los partidos comparten un interés común: Sacar a los judíos de nuestros países para convertirnos en colonos en Palestina.
Por ejemplo, el historiador británico-israelí Avi Shlaim escribió sobre cómo agentes sionistas bombardearon sitios judíos iraquíes a principios de la década de 1950 para infundir miedo en la comunidad judía y obligarla a huir a Israel. Sin antisemitismo, no habría necesidad de Israel, por lo que el sionismo exige que los judíos sean víctimas perpetuas a nivel mundial mientras se realiza una limpieza étnica en Palestina.
El sionismo cultiva el antisemitismo al afirmar incesantemente actuar en nombre de todos los judíos mientras comete crímenes contra la humanidad. El sionismo explota el trauma judío para aniquilar a los palestinos con impunidad y hacer que los judíos se sientan lo suficientemente inseguros como para permanecer leales a una nación moralmente injustificable.
No hay “liberación judía” en la limpieza étnica. Los sionistas degradan y distorsionan la definición misma de antisemitismo al lanzar la acusación contra los defensores de Palestina (incluidos los judíos), destruyendo por completo el verdadero significado y peso del antisemitismo.
La defensa de Israel frente a los líderes del mundo occidental a menudo suena como amenazas apenas veladas. Biden repite el estribillo: “Sin Israel, no habría ningún judío seguro en el mundo”. ¿Pero es esto cierto? ¿No deberíamos sentirnos seguros en nuestros propios países? ¿Por qué la respuesta al antisemitismo occidental es una base militar estadounidense en tierras robadas? Y lo más importante, ¿qué pasa con los palestinos que son masacrados diariamente por nuestra supuesta “seguridad”?
Por supuesto, sabemos que países como Estados Unidos, que rechazaron a los refugiados judíos europeos durante el Holocausto, no apoyan a Israel debido a su debilidad por el pueblo judío. En cambio, los judíos actúan como escudos humanos para el imperio occidental en Palestina y, a cambio de ocupar su base militar, los sionistas consiguen tener una colonia de estilo europeo junto a un campo de exterminio ocupado, asentamientos encima de fosas comunes de palestinos.
El pueblo judío debe comprender que llevar recursos para el imperio en la forma de Israel lo hace, no nos salvará; sólo estamos matando a Palestina y a nosotros mismos a través de este proyecto violento e irredimible.
La seguridad que ofrecen los sionistas a los judíos es una seguridad falsa porque tiene sus raíces en la supremacía racial, el robo de tierras y el genocidio palestino en curso.
La verdadera seguridad judía no reside en alinearse con la colonización racista en la forma del sionismo, sino en la solidaridad con los pueblos oprimidos de la mayoría global, resistiendo juntos la supremacía blanca y el imperialismo.
Todas las luchas de liberación están conectadas y el pueblo judío no está separado de esta verdad perdurable. Nuestro oponente compartido es la supremacía blanca. Cuando Palestina se libere, también liberará al judaísmo del yugo del nacionalismo violento.
Israel NO es reformable
El colonialismo de Israel no se puede reformar, hay que desarraigarlo. Los “sionistas liberales” y la mítica e inexistente “izquierda israelí” encubren la actual Nakba de Israel hablando de tópicos vacíos de coexistencia y paz mientras ocupan casas palestinas robadas.
Los sionistas liberales ondean banderas israelíes en las calles para protestar contra Netanyahu, pero se niegan a renunciar a su privilegio colonial y luchar por el derecho palestino al retorno.
Los sionistas liberales son simplemente otra fuerza que normaliza los crímenes de la colonia de la que se benefician y dentro de la cual desean mantener. Independientemente de quién dirija Israel: los palestinos mueren e Israel roba más tierra.
A los sionistas liberales no les gusta la atención pública negativa que esta masacre trae a su querida colonia; anhelan los “buenos viejos tiempos” cuando Israel aniquilaba sistemáticamente a los palestinos con menos fanfarria y atención.
Esto, para un liberal, es paz.
Mientras tanto, los palestinos, cuyas vidas están definidas por una ocupación militar cada vez mayor, nunca saborearán la paz sin justicia, lo que significa restitución material y disolución del ocupante por cualquier medio necesario.
La ideología de la colonización sionista y la existencia de Israel siempre ha requerido el exterminio y la expulsión en masa, un hecho que nunca ha sido más cierto que hoy.
Si una entidad necesita matar tanto para existir, no debería existir en absoluto.
Devolver la Tierra a Palestina
Cualquiera que haya estado prestando atención durante los últimos 11 meses (por no hablar de 76 años) puede ver que Israel pasará a la historia como uno de los regímenes más sádicos y en bancarrota moral que el mundo haya presenciado.
Esta no es una entidad reformable, debe terminar. Todos nosotros tenemos la responsabilidad de ayudar a que así sea.
Los palestinos nunca dejarán de luchar por su liberación, ni deberían hacerlo. Los palestinos merecen vivir en paz y dignidad en toda su patria ancestral. Tienen derecho a regresar a casa y diseñar su propio futuro en libertad y autodeterminación.
Todo “Israel” es tierra palestina ocupada y debería ser devuelta a la soberanía indígena.
Traducido por YucatanconPalestina y José Barrera
Fuente:
Gelender, A (2024) “Return the Land: A Jewish Call to End the State of Israel” Tomado el 5 de Octubre del 2024 en: https://open.substack.com/pub/theconnections/p/return-the-land-a-jewish-call-to?r=1gvyi2&utm_campaign=post&utm_medium=web